¿QUIÉN SOY YO? Buena pregunta...

Pues bien, soy una reciente química con aún 21 años que tiene una procedencia algo confusa... madre vallisoletana, padre riojano, nacida en Valencia y criada en Béjar, así que cuando me preguntan que de dónde soy respondo que del lugar donde en ese momento soy feliz.

Y hablando de felicidad y como todo está relacionado puedo afirmar que soy una persona empática a la cual le suele importar más la felicidad de los que la rodean que la suya propia, cariñosa, ordenada, trabajadora, constante y con más pa-ciencia que la química.

Mirando al pasado puedo decir que mi infancia fue algo más ajetreada que la de otros compañeros de clase debido a la llegada al mundo de la personita que más quiero en el mundo, mi hermanito pequeño, sí, ese que ahora me saca una cabeza y me llama pequeñaja para molestarme, pero eso solo hace que mi habitual sonrisa se convierta en carcajadas. Fue gracias a mi afán por enseñarle lo que hizo aflorar mis ganas de dedicarme a la enseñanza.

Siguiendo con el tema de la enseñanza puedo afirmar que desde que acabé primaria tuve claro lo que quería ser, profesora, y no me hicieron falta más que dos de los cuatro años de la ESO para saber que me apasionaba la química asique... blanco y en botella... me puse a ello y ¡aquí estoy! comenzando el Máster de Educación tras haber acabado los cuatro años del Grado en Química de la Universidad de Valladolid, con unos cuantos años y kilos de más, rodeada de personas que me quieren y aportan mucho y en una casa estrenada hace apenas un mes lista para enfrentarme a lo que me pongan por delante.

Sí, bueno, creo que he avanzado demasiado rápido, retrocedamos un poco.

Los inicios en el Grado de Química fueron algo moviditos, una crisis existencial sobre si de verdad quería hacer esta carrera impulsada por una nota no muy deseada en la EBAU en el último examen que realicé (sí, exacto, era el de química), la primera ruptura amorosa importante, el dejar la ciudad en la que había vivido los últimos 16 años y con ella, mi familia (sí, has acertado, soy una persona bastante sensible y familiar, no lo escondo) y el tener que abandonar una de las aficiones que más me gustan y que llevaba teniendo 8 años, bailar zumba, por el hecho de tener poco tiempo libre gracias a la gran cantidad de clases teóricas y laboratorios que teníamos y hemos tenido hasta el final de la carrera.

La pandemia tampoco ayudó mucho el segundo el año, sobre todo eso de tener laboratorios prácticos vía on-line y demasiado poco tiempo para hacer los exámenes.

Por cierto, hablando de laboratorios... al principio no es que me gustaran demasiado pero eso incrementó cuando descubrí una asociación de química que se dedican a a divulgar la ciencia yendo por colegios e institutos explicando, enseñando y aplicando la química a los más pequeños, FUE AHÍ cuando se acabó mi crisis existencial y me dije: "te quieres dedicar a esto, a enseñar química" y ya para rematar me di cuenta que no era demasiado mala cuando me tocó dar clases particulares en una academia algo caótica.

Así que volviendo a lo de antes, ahora sí, ¡aquí estoy! comenzando el Máster de Educación tras haber acabado los cuatro años del Grado en Química de la Universidad de Valladolid, con unos cuantos años y kilos de más, rodeada de personas que me quieren y aportan mucho y en una casa estrenada hace apenas un mes lista para enfrentarme a lo que me pongan por delante. (Sí, es lo mismo que antes).

¿Que quién soy? Soy Míriam Pérez Aragón y si quieres acompañarme en esta aventura llamada Máster de Educación NO ABANDONES ESTE BLOG